El proceso de producción de las galletas Trigolino comienza con el control de calidad a la recepción de las materias primas que son adquiridas de proveedores certificados y aprobados por los criterios y requisitos de calidad de Ocrim, cuyos métodos de producción se encuadran en la norma técnica y en la seguridad alimentaria. Los ingredientes de cada producto son dosificados y fraccionados para asegurar la uniformidad de los productos. Con equipos de alta tecnología, los ingredientes son homogeneizados hasta alcanzar el estándar establecido de las masas, luego pasa por la fase de moldeado/deshilachado y laminado, que son máquinas preparadas para generar la forma característica de cada galleta. Luego de pasar por este proceso, la masa pasa al horno donde se lleva a cabo el proceso de horneado, y permanece bajo temperaturas variadas y tiempo controlado. Después de completar el proceso de cocción, los productos pasan a la etapa de enfriamiento y se envasan inmediatamente.
El envasado automático se realiza en envases herméticamente cerrados, que garantizan la vida útil y conservación del producto según la fecha de caducidad y características establecidas. Cada paso del proceso es controlado por técnicos y especialistas en procesos que garantizan la productividad y la calidad del producto.