Fue hace 800 años cuando el gran guerrero mongol, Genghis Khan, ya había conquistado gran parte de Asia y llegó a territorio chino con el deseo de expandir su imperio. Los chinos, al sentir el ataque, idearon una estrategia para no dejar que su territorio fuera dominado, pero ¿cómo transmitir la estrategia a todos los generales chinos repartidos por su vasto territorio? En la época existía un dulce llamado «pastel de luna» cuyo sabor era detestado por los mongoles, los chinos aprovecharon esto y pusieron los planes de victoria dentro de estos pasteles, los cuales enviaban a todos los generales. A través de esta acción, el pueblo chino recuperó su autonomía, dando origen a la dinastía Ming (la famosa por su porcelana) y, para conmemorar esta hazaña, los chinos comenzaron a intercambiar mensajes de felicitación anualmente de la misma manera que se enviaban mensajes secretos, dentro de lo que podríamos llamar «galletas de la victoria». Fuente: Hakuna Matata – Sitio web
Mundo Ocrim