Cuando se trata de la buena y vieja pasta, uno de los platos más populares en los cuatro rincones del mundo, no faltan variedades y sabores. Una nueva ola de investigación llega para hacer justicia al alimento que es uno de los más apreciados del planeta, rescatando el derecho único y insustituible de disfrutar de un plato de pasta sin ningún tipo de culpa. Y como todo el mundo sabe, el plato tradicional de las comidas familiares y también de los que viven solos, la pasta tiene muchas variedades, tanto en sus formatos como en sus composiciones. La pasta está compuesta por un 11% de proteína y rica en vitamina B. El espagueti es el formato más consumido en Brasil, es una pasta larga y versátil. Teniendo en cuenta estos datos, el apuntamiento de fabricación del producto es enorme. Además de los espaguetis de 500 g de las marcas Ricosa, Trigolino, Amorati y Ambra, la fábrica de Ricosa también produce pasta troceada de los siguientes tipos:
Fusilli (200g y 500g): en forma de espiral que se abre al cocinarse, con curvas y concavidades, puede acompañar salsas más espesas, como las de carne o ricotta, que se infiltran en la pasta.
Concha (200g y 500g): en forma de concha, es perfecto con salsas con cuerpo, pero con suficiente liquidez para penetrar en los surcos.
Ditalini (500g): este formato es antiguo, hace referencia a los antiguos dedales de costura, es muy utilizado en gastronomía para la preparación de ensaladas de pasta, sopas y pastas.
Boca de León (500g): en forma de pajita, tiene una masa corta y curva, es ideal para guisos o sopas, y también combina con salsas tradicionales.
Penne (500g): en forma de tubo corto y fino, lo ideal es acompañar con salsas a base de tomate y salteados de verduras.